
El pasado 30 de noviembre los chicos y chicas de 4º de la ESO pudieron disfrutar, por tercer año consecutivo, de un taller práctico de reanimación cardiopulmonar. Durante dos horas recibieron formación y entrenamiento personalizado para poder enfrentarse como rescatadores cardíacos ante la presencia de una muerte súbita. El taller se impartió por la asociación CUIDAE, entidad sin ánimo de lucro que desde hace tres años asesora al colegio en todo lo relacionado con la cardioprotección de sus instalaciones. Además de los chicos, un pull de 30 profesores es entrenado cada año en el uso del desfibrilador automático que equipa el colegio.
En esta ocasión 3 enfermeros y un médico se desplazaron con 20 muñecos simuladores de reanimación. Los alumnos entrenaron tanto las compresiones torácicas como las ventilación boca-boca gracias a lo simuladores de alta fidelidad. Los instructores supervisaron cada una de las destrezas en grupos de 10 alumnos, corrigiendo en todo momento a los chicos y chicas, con la finalidad de conseguir que al finalizar el taller éstos fuesen capaces de realizar una reanimación cardiopulmonar de calidad durante 5 minutos (por parejas).
El resultado, una vez más, fue un éxito, tal y como reflejaron las encuestas de calidad que realizó la entidad, vía online anónima.
Este proyecto de entrenamiento escolar masivo en rescate cardíaco es pionero en Zaragoza desde hace 3 años, siendo Corazonistas referente tanto en frecuencia como en la forma en que se imparte.
Cada año más de 30.000 persona mueren en España por enfermedades cardiovasculares. Muchas de ellas manifiestan por primera vez con una parada cardíaca súbita. De cada 100 paradas cardíacas súbitas, aproximadamente un 70% se producen en compañía de testigos, siendo éstos el pilar fundamental de la supervivencia de la víctima. La evidencia científica de los últimos 10 años nos dice que, en caso de sufrir una muerte súbita, las probabilidades de supervivencia si la persona que nos acompaña sabe hacernos una reanimación cardiopulmonar de calidad, aumentan en un 50% respecto a si no sabe. Que nuestros jóvenes salgan de la escuela sabiendo activar un servicio de emergencias, valorando una posible parada cardiaca y realizar una reanimación precoz de calidad hasta las llegada de los servicios de emergencias es una cualidad novedosa en nuestro sistema educativo. En países como Noruega, Reino Unido o Australia todos estos conceptos se introducen en la educación primaria, siendo estos países aquellos en los que mayor tasas de supervivencia se declaran a la parada cardiaca fuera del hosital.
Desde hace tres años nuestro chicos y chicas saben salvar vidas, son un poco más ángeles de la guarda de sus amigos y familiares. Esperamos que se conviertan no solo en rescatadores cardíacos sino también en promotores de la educación para la salud en este sentido.