Como todos los años, el 13 de octubre me vestí con el traje regional deseando participar, una vez más, en el Rosario de Cristal, una procesión increíble en la que no solo disfruto caminando junto a la Virgen Del Pilar, sino también de la compañía de los miembros de mi colegio, Corazonistas, ya que es titular de una de las carrozas: el Segundo Misterio Glorioso, “La Ascensión del Señor”.
Sin embargo, al llegar a la Iglesia de San Pedro Nolasco, nos enteramos de que la procesión no iba a salir por cuestiones meteorológicas. A todas las personas que ya estaban en la plaza se les dio la oportunidad de entrar en el templo para contemplar y admirar la belleza de las carrozas que estaban preparadas para salir. Un tanto contrariada, se nos ocurrió que no había mejor manera de acabar el día que ir a visitar a la Virgen Del Pilar para ver su hermoso manto floral.
Espero poder salir el año que viene en la procesión y que ninguna tormenta nos impida disfrutar de este día.
Pilar Terrado Mateo 4º ESO