
Con motivo del decimo aniversario del último curso en el Colegio Sagrado Corazón La Mina, aprovechamos para celebrar una reunión del ex alumnos de la promoción de bachiller del 2.006. Gracias al apoyo de la Asociación de Antiguos Alumnos y al colegio pudimos gozar de una velada de lo más amena y entretenida.

Lo primero y más difícil para organizar una reunión para las casi 70 personas que se graduaron en nuestra promoción, fue buscar una fecha que encajara al mayor número de gente posible, ya que con el paso del tiempo, muchos han salido de Zaragoza y otros tantos incluso de España. Aun con todo conseguimos reunirnos 35 personas, muchos de los cuales no nos habíamos vuelto a ver las caras desde que salimos del colegio.
Nada más llegar al colegio nos recibió la Asociación con una bonita exposición de fotografías de la situación de Zaragoza cuando los Hermanos Corazonistas llegaron a la ciudad, datadas de primeros de 1.900. Tras los saludos y reencuentros, pasamos a una interesante presentación en la que nos contaron la historia del establecimiento del colegio, sus comienzos en la ciudad y su evolución hasta hoy en día.

Seguidamente dimos un paseo por las instalaciones para conocer todas las obras que se han llevado a cabo en los últimos años para actualizar y modernizar el colegio entero, un largo proceso que se llevo a cabo sin dejar de dar clase ni un solo año a ningún curso, y que termino recientemente con la creación de los cursos de educación infantil.
Son varios los recuerdos que nos traen a cada uno los pasillos y las aulas en las que nos formamos durante años. A mitad el paseo paramos a hacer una oración en una de las nuevas capillas, para recordar tanto a los que no han podido venir, como a los que ya no están.
La ruta termino en el bar donde gozamos de un copioso picoteo, pudimos charlar tranquilamente de los viejos tiempos y ponernos al día con las novedades. Para terminar, foto de grupo con el Sagrado Corazón, y después salimos a un restaurante a cenar todos juntos, y posteriormente tomar algo para celebrarlo.
En conclusión, siempre hace mucha ilusión reencontrarse con la gente, con la que al fin y al cabo, hemos compartido muchos años de nuestra vida, años muy inocentes y despreocupados en los que la amistad premiaba por encima de las responsabilidades, y que parece que con el tiempo tendemos a olvidar y perder. Sin embargo hoy en día centramos nuestros esfuerzos en nuestro trabajo, casa y familia, y por ello se agradece de vez en cuando salir de la rutina, y recordar como éramos hace no mucho tiempo.
