La ruta de El Lazarillo de Tormes

 

 

La mañana del 9 de marzo la dedicamos a hacer una ruta en Zaragoza, la de El Lazarillo de Tormes. El punto de encuentro fue la fuente grande de El Pilar donde esperamos a que llegaran las guías; luego, nos separaron por clases.

 

Comenzaron situándonos en el contexto de la época, hablándonos de que había un mercado para cuando hacía mal tiempo, y lo hacían en una iglesia, pero, finalmente, construyeron un edificio para ello porque el sacerdote no estaba muy contento con el uso que se hacía del templo.

 

También nos contaron que cuando alguien viajaba, para que no le robaran el dinero inventaron un papel que certificaba ese dinero y, así, no corrían el riesgo de perderlo todo por el camino. A continuación, nos enseñaron unas copias de las monedas de entonces, que eran de color oro o plateado y tenían muchos detalles. También nos mostraron un mapa de la antigua Zaragoza y un escudo.

 

Seguidamente, nos llevaron a una callejuela donde nos sentamos en lo que era una especie de banco y allí hablamos de los tratados de la época y de cómo se las apañaba el Lazarillo para sobrevivir, como hacer un agujero en la jarra de vino de su primer amo, el ciego, para beber sin que se enterase y luego lo tapaba, o cuando le cambió una longaniza por apio, o que cuando el ciego pedía limosna y la pasaba a la mano de El Lazarillo, éste se la acercaba a la boca como si lo estuviera agradeciendo y la cambiaba por una de menor valor que tenía escondida en la boca …  Después, la guía nos enseñó una de esas monedas de las que el Lazarillo cambiaba en la iglesia mientras su amo pedía limosna.

 

Luego, fuimos a lo que sería una antigua casa de un noble, en la que comentamos cómo serían las casas en aquel entonces y lo que habría en ellas: bancos, armaduras y otros utensilios de valor de los que presumían, aunque, en el caso del amo de El Lazarillo, no había mucha cosa y no tenía ni la mitad del dinero que aparentaba tener. Por eso, el Lazarillo tenía que darle de comer con lo que él conseguía pidiendo y cómo, finalmente, su amo lo echa de casa por las deudas que tiene.

 

Después, vimos una exposición. En uno de los cuadros aparecía su siguiente amo y nos preguntaron si pensábamos que iba a ser bueno o no; asimismo hablamos de todo lo que aparentaban para hacer ver que tenían mucho dinero y cómo vestían. El otro cuadro se veía El Lazarillo y cómo después de cuatro años de trabajo se pudo comprar un traje de segunda mano; algunos cuadros trataban sobre un dios de la fiesta y cómo durante el día todo el mundo lo adoraba y por la noche acabó fatal, sin nadie alrededor, excepto unos pocos animales.

 

Para finalizar, volvimos a la plaza de El Pilar y comentamos cómo era por aquel entonces y todo lo referente a la ruta recorrida que, en mi opinión, estuvo muy bien, aprendimos mucho y pasamos un buen rato.

 

 

Rocío Martínez 3º ESO

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